Cómo mejorar el clima laboral
El clima laboral es algo que a la mayoría de ejecutivos les interesa cultivar y mejorar, pero que pocos ejecutivos comprenden en profundidad, o casi que en absoluto.
Es evidente que el clima laboral es “Qué tan bien se siente estar en el trabajo”. Pero más allá de eso y de una intuición sencilla sobre qué es lo que genera esta “buena sensación”, el clima laboral es todo un misterio para la mayoría de personas.
Pero como sus efectos tampoco son muy “cuantificables”, entonces muchos ejecutivos no lo ponen muy arriba en su lista de prioridades, y se limitan a tener esperanzas de que todo vaya bien por sí solo.
¡Pero esto no significa que el clima laboral no se pueda entender, y ciertamente no significa que no sea importante!
Así que vamos a explicar de qué se compone el clima laboral, para que puedas comprenderlo, cultivarlo y mejorarlo.
Primero que todo, abordemos lo evidente: El clima laboral tiene que ver con el espacio en el que se trabaja. Una oficina estética, con espacio amplio, buena ventilación e iluminación, una temperatura agradable, etc., va a influir en el estado emocional de la gente, y, por lo tanto, en el clima laboral en general. Tener el mejor espacio posible es positivo, siempre. Sin embargo, nunca se debería hacer a costas de la solvencia de la empresa… y lo preceden en importancia los siguientes factores que vamos a abordar.
En realidad, el clima laboral depende de la gente.
El clima laboral es un fenómeno psicológico, y como tal, lo crea la gente que se encuentra en el ambiente de trabajo. En una familia en la que los padres se odian, y los hijos odian a los padres, no habrá un buen “ambiente”, por cara o bonita que sea la casa. De la misma manera, en una empresa en donde la gente no se lleva bien, no podrá existir un ambiente agradable, sin importar cuán estética sea la oficina, o cuántas plantas o mascotas se metan en ella.
Pero claro, “un equipo que se lleva bien” es fácil de decir, y es algo que en ocasiones sucede orgánicamente… Pero no siempre es tan sencillo de crear, y a veces puede ser difícil de mantener.
Así que vamos a ver tres principios clave para tener un buen ambiente laboral, basados en crear y mantener buenas relaciones personales entre los miembros del equipo:
ACUERDOS Y REALIDAD
¿Te has encontrado alguna vez con alguna persona con la que compartías alguna pasión? Puede que no la conocieras en absoluto antes de ese momento, pero de inmediato tu opinión sobre ella mejora, junto con tus deseos de “llevarte bien” con ella. Si sucede algún inconveniente o error que involucra a esta persona, tenderás a darle el beneficio de la duda. Y si oyes rumores sobre ella, lo pensarás dos veces antes de creértelos.
Cuando compartimos una opinión con una persona (como que “Las motos son lo mejor”, o “La mejor música es la clásica”), cuando estamos de acuerdo con ella en algo, la vemos como alguien más cercano a nosotros. Podríamos decir que esa persona, sus ideas y sus emociones nos son más “reales”. Y como tal, es muy fácil empatizar con esa persona, y naturalmente la tratamos bien, disfrutamos más hablar con ella, y evitamos peleas sin sentido con ella.
Como contraste, ¿qué pasa si alguien que no conoces te comenta un insulto en una de tus fotos de Instagram, o Facebook? En ese momento probablemente no tengamos ningún problema con odiar, insultar o degradar a esa persona. Su “humanidad” como tal no nos es real en la medida en la que no estemos de acuerdo con ella.
Así que, para tener un equipo armonioso, ¡este debe estar conformado de personas que están de acuerdo en bastantes cosas! Por supuesto, no todo tu equipo va a tener el mismo amor por el Ajedrez, las series de HBO, las novelas de romance o la música coreana… Pero todo tu equipo puede (y debería) estar de acuerdo con aspectos relacionados con la empresa y el trabajo. Cosas como que “somos un buen equipo”, “esta es una buena empresa, con un buen propósito”, “este trabajo vale la pena hacerlo”, y “quiero ayudar a nuestros clientes”. Este tipo de acuerdos son los que mantienen a un equipo unido, y apuntando en la misma dirección. Y como ejecutivo, es tu responsabilidad seleccionar personas que puedan compartir estas ideas, y recordárselas a tu equipo existente, de una manera que puedan entender y compartir.
Nos faltan dos principios.
Pero como este artículo se estaba poniendo largo, decidí crearte un poco de expectativa (y darte una oportunidad de aplicar lo que expliqué hasta ahora) y dividirlo en dos partes. Podrás leer la siguiente el próximo lunes. Cuando salga verás un link aquí mismo, o puedes suscribirte a nuestra lista de correos (si no estás suscrito ya), y te avisaré. (¡La segunda parte ya salió! Puedes leerla dando clic aquí.)
Por el momento, aprovecha para comenzar a aplicar el principio de los acuerdos a tus relaciones: Enfócate esta semana en crear realidad dentro de tu equipo, en buscar las cosas con las que todo el equipo puede estar de acuerdo, y en infundirles el propósito de tu empresa.
¡Y te espero aquí el próximo lunes!
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Y de hecho, si quieres conocer mucho más sobre el clima laboral, estamos preparando un taller virtual gratuito para el siguiente martes, 12 de Diciembre. Así que si estás leyendo este artículo antes de esa fecha, puedes ver los detalles dando clic aquí. Y si lo estás leyendo después, ¡puedes revisar el tema de nuestro siguiente taller ahí mismo!
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