¿Qué significa realmente ser "inteligente"?

Seguramente alguna vez has escuchado algo sobre el “IQ”, o “CI”, o “Coeficiente Intelectual”. Puede que incluso hayas hecho alguna prueba para medirlo, ya sea un test de internet (probablemente no muy confiable), o una prueba más estandarizada, como la de Performia, o cualquier otra compañía de evaluación. ¿Pero, qué significa ese número que nos arroja la prueba como resultado? ¿Y qué implica?

El objetivo de este artículo es, como dice el título, explicar qué es ser “inteligente”, y qué significa ese número entre 80 y 150 que nos arroja nuestra prueba de IQ (o el resultado de cualquier buena prueba).

Mucha gente considera la inteligencia como habilidad en las matemáticas. Otros creen que ser inteligente implica sacar altas notas en los parciales de la universidad, o los exámenes del colegio. Algunos creen que es conocimiento, o experiencia. La verdad es que todas estas cosas tienen que ver con la inteligencia o la pueden afectar, pero ninguna de ellas implica inteligencia en sí.

La inteligencia, en su definición más sencilla, es la capacidad de resolver problemas.

Esto no necesariamente son problemas matemáticos, aunque una persona inteligente a menudo encontrará las matemáticas más fáciles que alguien que no lo sea. Es la capacidad de analizar un problema, descomponerlo si es necesario, y encontrarle una solución.

Cabe resaltar que, aunque la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, una alta inteligencia no implica que las soluciones a las que llegue sean racionales, buenas o morales. Pero seguramente sean soluciones muy efectivas. Ejemplos clásicos de individuos altamente inteligentes, pero altamente peligrosos o inmorales se encuentran a montones en la historia. Hitler y Stalin, aunque no hayan hecho pruebas de IQ, seguramente eran individuos increíblemente inteligentes, con grandes aspiraciones y habilidades de liderazgo. Y todos ellos respondían y solucionaban muy efectivamente los problemas que se planteaban: "¿Cómo unir la población de mi país?, ¿Cómo crear lealtad en mis tropas para evitar que se rebelen?". Ambos tuvieron un "éxito" increíble, aunque fuera temporal. Pero claro, su torcida moral y evidentes problemas mentales hicieron que las soluciones a las que llegaron fueran malvadas y retorcidas.

Otra manera de ver la inteligencia, es definirla como la “capacidad de ver diferencias”.

Esta es una habilidad simple de evaluar en los niños: Diferenciar qué figura va en que hoyo. En un entorno adulto esta habilidad viene a manifestarse en la capacidad de diferenciar entre un error de ortografía y uno de gramática; en diferenciar entre un corte de energía general, y uno causado localmente en la oficina, y diferenciar entre todos los cables que funcionan bien, y el cable que causó el corte. Pero claro, cualquier persona, con suficiente tiempo y entrenamiento, puede llegar a desarrollar todas estas habilidades de diferenciación. Solo que para una persona con un IQ más alto son más fáciles de desarrollar. Y ahí entra la tercera manera de ver la inteligencia:

La última manera en la que se manifiesta la inteligencia, es la facilidad de aprender.

Una persona inteligente necesitará mucho menos tiempo, y mucha menos práctica para desarrollar habilidades y conocimientos prácticos específicos. Las diferenciaciones más complejas, como las que encontramos en la medicina o la física nuclear, son tan difíciles de aprender a percibir que alguien con IQ bajo seguramente se puede tardar toda la vida aprendiendo a hacerlo. Y esta es la razón por la que el IQ siempre es alto en los casos de inventores y científicos famosos. Gente cuya habilidad de resolver problemas y ver diferencias era tan alta, que lograron adelantarse dramáticamente a las ciencias de su época, y pavimentar el camino para los avances que vinieron después de ellos.

De manera que la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, ver diferencias, y aprender. Todas estas cosas son, al nivel más básico, diferenciación, y por eso se agrupan bajo un solo “IQ”. Pero como puedes ver, efectivamente, la inteligencia afecta la habilidad con las matemáticas y la habilidad para aprender y aplicar, y por lo tanto sacar buenas notas. Y la experiencia y el conocimiento sirven para, en cierta manera, “elevar” el IQ en un área concreta.

Tenemos otro artículo en el que hablamos sobre cuánto I.Q. es necesario para qué profesión. Puedes leerlo aquí.

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