¡Que fácil la tiene mi jefe! No hace nada y gana el triple…

Puede que hayas escuchado a alguien decir algo por este estilo alguna vez. Pero si has tocado un puesto gerencial en tu vida, probablemente sepas que esta frase no es más que una reverenda tontería.

El arte de la guerra de Sun Tzu trata acerca de la función de un general... Y de un gerente también. La gerencia es netamente estratégica. Un soldado desde su posición puede pensar que su general es un hombre cómodo que manda gente a pelear por él. Pero detrás de sus órdenes aparentemente simples hay una cantidad inmensurable de experiencia, reflexión y estrategia. Y aunque el soldado no entienda porqué, si el general no sabe lo que hace, su ejército perderá sin importar los esfuerzos de sus tropas. Un gerente sin estrategia es un general sin voz, un barco sin rumbo, y ante esta situación solo puede esperar los resultados que el destino se de el placer de ofrecerle, en vez de los que quiere.

La función real de un gerente

El gerente debe conocer un poco de hasta el último proceso de su empresa, claro. No puedes dejar tu empresa completamente en manos de otros si quieres tener algún control sobre ella. Pero la frase “yo pago para que usted lo haga” tiene una razón de ser: El gerente no está ahí para hacer el trabajo de toda la empresa, y no tiene que ser bueno en todos los cargos tampoco. Está ahí para ponerle dirección.

Plantear metas que involucren y estimulen a todo el personal, crear estrategias funcionales e implementarlas de manera que todo el personal las entienda, estas son las funciones que el gerente tiene en sus manos, y que muy poca gente realmente tiene la capacidad de llevar a cabo. Si no me crees, basta que mires la cantidad de empresas nuevas que quiebran.

¿Y qué hace un empleado?

Todo lo que dijimos puede parecer que desprecia la función del empleado. Esto no es verdad.

Aunque la labor de planeación pertenece al gerente, la ejecución es netamente del personal de los cargos menores. Y aunque el personal no llegaría muy lejos sin un gerente, algo lograría hacer. Pero un gerente sin personal es un general sin ejército: Un soldado raso, nada más.

Y por supuesto, hay trabajadores operativos fantásticos. En cada guerra hay soldados que sobreviven 100 batallas y hacen una gran diferencia en todas ellas. Y es supremamente importante identificar y premiar a estas personas que jalan gran parte del peso de la producción de la empresa. Puede que de ellas termine dependiendo la supervivencia de la empresa en algún momento. Pero que alguien tenga una gran habilidad en un oficio no es indicador inmediato de que es capaz de liderar un equipo y llevarlo a la victoria.

Una gran habilidad técnica no implica la habilidad de dirigir un equipo. De hecho, tampoco implica el deseo de hacerlo. A menudo un excelente operario de máquina no quiere ser supervisor. Simplemente quiere que se le recompense bien por su buen trabajo como operario.

Y ese es el verdadero punto al que queremos llegar en este artículo:

Complementarios, no intercambiables

El gerente y sus trabajadores son ambos supremamente importantes en todas las empresas. Puede parecer que esté siendo un poco obvio al decirlo, pero es impresionante la cantidad de personas a las que no se les ocurre siquiera que estas dos posiciones son igual de vitales en una organización, y que no son en absoluto intercambiables: No cualquier trabajador puede ser un líder exitoso, y la mayoría de líderes tienen trabajadores que son mucho mejores que ellos en el trabajo operativo que hacen.

Entender la naturaleza complementaria de estas dos posiciones es la base para una cultura empresarial de respeto mutuo y compromiso. Y creo que eso es lo que busca todo empresario y todo trabajador.

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