Capacitación

El error TÍPICO en la capacitación de personal

Toda empresa tiene conocimiento específico que tiene que enseñarle a cada uno de sus trabajadores cuando comienzan a trabajar en ella.

En Performia tenemos muchísimas cosas que una persona nueva tiene que aprender, porque somos una empresa que presta servicios muy específicos y especializados, y que da capacitaciones...

Pero aunque tu empresa sea manufacturera o de contaduría, aun si buena parte del conocimiento necesario para trabajar contigo se obtenga en la universidad, siempre habrá cosas únicas en tu empresa que le tendrás que enseñar a cada persona que entra.

Y si tu empresa es especializada, la cantidad de capacitación necesaria crece dramáticamente... Y con ello, crece también la importancia de capacitar correctamente a las personas nuevas que entran.

 

PERO HAY UN ERROR CLAVE QUE SE COMETE AL CAPACITAR

¿Te ha sucedido que capacitas y capacitas a alguien, y sencillamente no parece entender lo que le estás diciendo? O peor, parece que está entendiendo... Pero cuando revisas su trabajo una semana más tarde, ¿todo está mal hecho, y la persona claramente no comprendió?

Bueno, esto sucede porque no sabemos capacitar...

O más bien, ¡porque no sabemos CÓMO CAPACITAR A CADA PERSONA!

Verás, hay personas que comprenden fácil y rápidamente la capacitación teórica, incluso sobre temas complejos, o asuntos técnicos especializados.

Y hay personas que necesitan ser entrenadas de manera práctica, o no serán capaces de comprender realmente lo que se les está enseñando, sin importar cuánto te esfuerces.

 

¿Qué diferencia a estos dos tipos de personas?

¡Su IQ!

 

 

El coeficiente intelectual, IQ, o CI, mide la capacidad de una persona de resolver problemas y aprender teóricamente. O sea, una persona con un IQ más bajo debe ser capacitada de manera práctica: Debe permitírsele ver en vivo cómo se hace lo que va a hacer, y luego se le debe dejar hacerlo, mientras el capacitador o superior supervisa que el trabajo esté haciéndose en la secuencia y calidad correcta. Meterla en un salón a escuchar a un conferencista por 8 horas no le va a ayudar.

En tu empresa habrá personas con un IQ alto, y otras con un IQ más bajo. Esto no hace a unos más valiosos ni productivos que otros: Sencillamente cambia la manera en la que aprenden, y determina qué puestos pueden ocupar cómodamente, y cuáles les darán problemas.

Y, por supuesto, determina la manera en la que se les debería CAPACITAR.

El IQ promedio es 100. Cualquier persona alrededor de este nivel, entre 95 y 105, debe ser capacitada con bastante práctica, pero comprenderá teoría hasta cierto punto. Alguien por debajo de 95 debe ser capacitado exclusivamente con práctica. Y a medida que el puntaje se acerca a 130 y más, se puede omitir más y más práctica de la capacitación, ya que a la persona le será fácil comprender cosas nuevas con teoría pura.

 

Para aplicar esto a tu empresa, ¡evalúa a tu equipo! Especialmente si vas a capacitar a buena parte de tu personal, hazles una prueba de IQ (Hay muchas buenas pruebas en el mercado, pero las gratuitas de internet suelen ser muy poco confiables), y usa sus puntajes para definir quién necesita qué tipo de capacitación, y así evitarte malentendidos y dolores de cabeza.

O si ya has visto cuáles son las personas a las que la capacitación teórica "no les entra en la cabeza", ¡capacítalos prácticamente!

O por supuesto, si prefieres ser más integral, puedes evaluar a todo tu equipo con nuestra batería de pruebas entera, que incluye una muy precisa y efectiva prueba de IQ... Además de muchas, muchas otras cosas que te podemos revelar acerca de tu propio equipo...

Pero este artículo ya es lo suficientemente largo. Entonces, si quieres saber más, ¡escríbenos a contacto@performia.com.co para darte más detalles!

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