Lecciones del fracaso del "Metaverso"
A finales del año pasado Facebook cambió su nombre a "Meta" y comenzó (un poco por capricho de su dueño y fundador, Mark Zuckerberg) a enfocar gran parte de sus fondos en un proyecto que muy rápidamente estaría en boca de todo el mundo...
El "Metaverso".
A algunos les pareció revolucionario. A otros les pareció una idea ridícula. A algunos incluso nos dio un poco de miedo un mundo en que estuvieramos aún más desconectados de la realidad. Algunos pensaron que todo era un plan de Facebook para poder rastrear a sus usuarios con aún más rigor, y recolectar más datos que nunca sobre sus vidas privadas.
No es mi intención juzgar la rectitud moral de este movimiento, ni filosofar acerca de la decadencia social y el descenso hacia una distopia virtual y el abandono de la realidad. Cada uno de nosotros puede hacerse sus propias opiniones al respecto.
Sin embargo, el hecho es que desde el renombramiento de Facebook a "Meta" y el lanzamiento de su plataforma de realidad virtual "Horizon Worlds" (La principal manifestación del dichoso "Metaverso"), Meta ha perdido cien mil millones de dólares, el valor de Meta en la bolsa de valores ha caído dos terceras partes, y los usuarios mensuales de la plataforma virtual, que Meta esperaba que llegaran al medio millón para finales del 2022, se ha atascado desde su boom mediático en Febrero cuando se reportaron 300.000 usuarios mensuales. Según los últimos reportes, este número se redujo a 200.000 para Octubre.
Los factores que contribuyeron a este fenómeno son numerosos, y probablemente sean algo difíciles de definir concretamente. Falta de planeación, baja calidad del producto, un mercado que no está listo, el estado de la economía internacional... Cualquiera de estas cosas se puede culpar fácilmente de lo que sucedió.
Pero quiero enfocarme en algo mucho más práctico para nosotros, ejecutivos y empresarios de pequeñas y medianas empresas.
La razón por la que el fracaso de un nuevo emprendimiento le haya costado tanto a Meta, es que la empresa gastó más de 35 billones de dólares en el metaverso. En otras palabras, Meta apostó todos sus ahorros, y la apuesta no parece haber resultado lucrativa en absoluto. ¿Pero qué fue lo que hicieron mal?
Es posible que hayas tenido ideas locas en tu vida. Y si no eres de esas personas que tienen muchas ideas locas, es probable que conozcas a alguien que si sea así. O puede que sencillamente hayas tenido ideas que te sacan un poco de tu zona de confort, o implican un poco de riesgo para ti, tus finanzas, o algo por el estilo.
Y pues seamos sinceros, en la vida a veces hay que tomar riesgos. Pero si eres empresario o ejecutivo, y si tu empresa la llevas construyendo 20 o 30 años, y si de la estabilidad de esta empresa dependen los salarios y vidas de 10 o 20 o 100 personas, entonces la manera de tomar riesgos correctamente se vuelve diferente.
Esto por supuesto no significa que nunca debas emprender en nuevos mercados, o que nunca debas crear divisiones nuevas o cambiar cómo funciona tu empresa. A veces un nuevo emprendimiento o una nueva división, o una renovación es vital para el éxito futuro, como cuando BMW dejó de producir motores para viejos aviones después de la primera guerra mundial y comenzó a fabricar motores para motocicletas y automóviles. Y compañías como Kodak prácticamente murieron por no innovar cuando la revelación de películas comenzó a desaparecer.
Cuando tu empresa está cayendo en picada, debes cambiar las cosas, adoptar una nueva estrategia, crear un nuevo producto... Esta es la manera de sobrevivir cuando las cosas van mal.
Sin embargo, este no es el caso cuando las cosas van bien. Cuando el negocio funciona, cambiarlo no tiene sentido. Si las cosas van bien, en aumento lento y constante, no cambies nada.
Pero... ¿Y si ves una oportunidad de negocio nueva? ¿Y si tienes una idea que puede multiplicar tu empresa si sale bien? Basándonos en el ejemplo de Meta esto no parece ser una buena idea... Pero el error de Meta no fue apuntar a nuevos horizontes. Fue sacrificar lo que ya funcionaba por un objetivo incierto.
Cuando creas una nueva división, cuando persigues un nuevo objetivo en una empresa, el error que no debes cometer es invertir 36 billones de dólares en él sin haber verificado que funciona. Todos los nuevos proyectos sin comprobar se deben explorar sin sacrificar la parte de tu negocio que ya funciona. Debe invertirse solo dinero y trabajo que puedes perder. Debes estar listo para un fracaso rotundo y ninguna recuperación de tu inversión.
Esto asegurará tu supervivencia a largo plazo, y evitará recaídas innecesarias, pero al mismo tiempo permitirá explorar nuevas ideas locas al mismo tiempo.
A fin de cuentas, el futuro lo construyen los que están dispuestos a intentar lo que nadie ha intentado. Solo asegúrate de no sacrificar tu presente en el proceso.
Así es no cambiar nada si fluyes y la nueva idea es verificarla
¡Exacto, Jorge!
Excelente analisis de lo ocurrido con Meta!
La moraleja y enseñanza de esta triste historia es que cuando las cosas van marchando bien, se tiene un crecimiento continuo y expansión estable, NO CAMBIAS NADA!!!
Si piensas o deseas innovar o incursionar en un nuevo modelo de negocio, haz un piloto y no pongas en riesgo los recursos que estan manteniendo productiva y operativa tu empresa o emprendimiento.
En el clavo Luis, ¡esa es la realidad según nuestra experiencia!
Nos alegra que te haya gustado.
Me parece muy interesante, muchas gracias.
Y sí, creo que la clave siempre está en invertir lo que puedes perder, como personas o como empresas. Que el nuevo proyecto no sacrifique tu estado actual.
Saludos!
¡Nos alegra que te haya gustado, Sandra!
Toda innovación debería hacerse en un piloto; sin afectar lo que viene funcionando bien; en esta idea coincide una actitud sensata.
¡Totalmente de acuerdo, Jesús!