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El “absentismo presencial” es un problema muy actual, y muy de “millenial”. Suena como una contradicción bastante ilógica, pero tan pronto se lo expliquemos, le aseguro que le será muy, muy familiar.
El absentismo es la práctica de ausentarse regularmente del trabajo sin buena razón. Esto no incluye las ausencias justificadas, o sea las incapacidades médicas, calamidades familiares o situaciones por el estilo. Se refiere al abandono del puesto de trabajo, ya sea temporal pero recurrente, o completa. Obviamente, si un trabajador hace esto hoy en día, será pronta y justamente despedido. Pero queremos enfocarnos en otro fenómeno, que produce los mismos daños (trabajo no hecho), pero puede ser mucho, mucho más difícil de detectar.
El concepto de absentismo que deseamos abordar es aquel en el cual el trabajador dentro de su jornada laboral, pasa el tiempo dedicándole un mínimo esfuerzo a sus tareas. Puede presentarse por revisar el teléfono, ver redes sociales, surfear internet, o hacer cualquier otro tipo de actividad que no corresponde al trabajo, durante la jornada labroral. Este tipo de conductas afecta directamente la productividad de la compañía, por obvias razones: El trabajo no se está haciendo.
Analizando el problema
Son muchos los elementos que se pueden estudiar como causa de este fenómeno que aqueja a más del 90% de las empresas. Pero en esta ocasión, nos gustaría abordarlo desde el punto de vista de algo que se descuida demasiado a menudo en las empresas, tanto en Colombia como en el resto del mundo: la ética.
Una persona ética dedica su jornada laboral a realizar las actividades que producen el salario que se le paga. Esto permite que haya un intercambio justo entre el trabajador y la empresa. Se podría decir que trabajar durante el horario de trabajo es ético. Una persona que durante el horario de trabajo no trabaja, no está siendo ética. Y aunque esto parezca que este dilema de moralidad le pertenezca a la filosofía, no a la administración de empresas, lo cierto es que nuestra ética afecta todas y cada una de las áreas de nuestra vida de una manera que pocos entienden.
La ética es un tema supremamente delicado. Para bien o mal, es también un tema completamente personal. De manera que desafortunadamente, usted no puede manejar la ética de otra persona. Solo puede indicarle cómo hacerlo. O aún mejor, puede supervisarlo, y evitar que viole su ética en primer lugar” Indica Jairo Pinilla, Gerente General de Performia Colombia.
Disminuyendo los distractores
Parte de este problema es que las empresas no generan políticas para disminuir el uso de los teléfonos celulares en horario laboral, es importante que se mantengan al mínimo los distractores y se cree la conciencia por parte de los trabajadores que devengan un salario por un trabajo realizado.
No se trata de crear un ambiente hostil, donde no se pueda revisar el teléfono, porque existen situaciones que lo ameritan. Pero no se puede volver una costumbre que de las 8 horas que pueda estar una persona en la empresa, se pasen 4 horas viendo redes sociales. Definir el tiempo en el cual pueden revisarse y mantener una supervisión constante del personal es importante para que esto no suceda.” Concluyó Pinilla.
Resaltar el compromiso de los empleados y la ética laboral nunca está demás, porque esto nos lleva a un ambiente armonioso y productivo de trabajo.
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