Qué es la “duplicación”, ¿y por qué IMPORTA?

Tal vez le diste clic a este artículo porque trabajas con Performia, y has escuchado el término “duplicación” de nosotros. O tal vez el término solo te llamó la atención, y quieres saber “De qué está hablando esta gente”. Este artículo es para ti en cualquier caso.

En Performia llevamos más de tres décadas evaluando personal a lo largo y ancho del mundo: Desde antes que el nombre “Performia” existiera siquiera. Y la necesidad de una prueba de duplicación fue increíblemente evidente desde el principio.

En Performia evaluamos la “productividad” de un candidato: Su capacidad de entregar resultados reales. También evaluamos su “personalidad”: Sus características personales, cómo se comporta, cómo reacciona ante diferentes situaciones, cómo se relaciona con la gente, etc. Finalmente, evaluamos la “inteligencia”: La capacidad de la persona de resolver problemas y ver diferencias claramente.

Evidentemente, estas pruebas no evalúan TODO sobre una persona. Dejamos por fuera el conocimiento en diferentes áreas, todo tipo de habilidades, características del entorno de la persona y su pasado... No hay manera humana de evaluar todo esto en un tiempo razonable, y en realidad, rara vez es necesario. Pero si hay una particularidad que es tremendamente importante en ciertos entornos laborales, y que es vital comprender sobre TODO candidato: pero que ninguna de estas pruebas cubre. Y a esta particular característica de una persona, se le llama duplicación.

QUÉ ES LA DUPLICACIÓN

Y es la capacidad en comprender rápida y correctamente una comunicación.

¿Suena simple? ¡Es porque lo es! Ahora, puede que te preguntes por qué la llamamos “duplicación”. Este nombre viene de que, para comprender algo verdaderamente, debes crear un duplicado perfecto de esa comunicación en tu mente. Debes crear una copia exacta de todo lo que te fue dicho (o escrito). Si la copia no es exacta, tu comprensión tendrá errores.

Pero por simple que parezca, ninguna prueba de inteligencia ni personalidad evaluará este aspecto. Podría parecer que la duplicación está conectada a la inteligencia… Pero hemos visto muchísimos casos de personas con un puntaje de IQ altísimo, con una duplicación pésima, y viceversa. Y por eso la tenemos que evaluar por aparte.

Cabe aclarar que muchas personas confunden la palabra "duplicación" con la palabra "duplicidad". La duplicidad también viene de "duplicar", solo que en este caso se usa cuando una persona tiene "dos caras", que dice mentiras o falsedades, o engaña... ¡Algo muy diferente!

Pero entonces, ¿para qué sirve esta habilidad? ¿Y cuál es el sentido de evaluarla en un candidato?

PARA QUÉ EVALUAR LA DUPLICACIÓN

Como todo, hay cargos que requieren una muy buena duplicación, y otros en los que la necesidad no es tan crítica. Es importante que conozcas cuál es cuál, y qué cargo es el que tú necesitas contratar.

La asistente de gerencia es un ejemplo clásico de un cargo que necesita una excelente duplicación. Un gerente no tiene tiempo para explicar y re-explicar cada instrucción a su asistente porque ella no comprende bien.

Cualquier cargo contable, o en el que se generen documentos tributarios (O en general cualquier documento que es difícil o costoso cambiar o alterar en caso de error), debería tener una buena duplicación como requisito. Alguien que esté constantemente equivocándose en las facturas porque entendió $704.000 en vez de $74.000 creará demasiados problemas.

Finalmente, la duplicación también mide tu habilidad de “duplicar” tu entorno en tu mente. De crear un mapa mental de tus alrededores y maniobrar en ellos. Las personas con duplicación baja a menudo patean las patas de las mesas y sillas, o se estrellan con paredes, puertas o mesas. Y esto significa que si tienes un cargo en donde se maneje maquinaria costosa o compleja, contratar a alguien con baja duplicación, que todo el tiempo se tropiece con los cables o “toque” algo que no debía con la retroexcavadora, no es una decisión muy financieramente sana.

Recuerda que las personas pueden hacer daño no solo por maldad, sino también por incompetencia o falta de capacitación… O una selección equivocada. Y para evitarlo… Bueno, ¡para eso estamos nosotros!

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