La gente deja a sus jefes no a sus organizaciones

Según Marcus Buckingham y Curt Coffman “la gente deja a sus jefes no a sus organizaciones (…) Tanto dinero desperdiciado en el desafío de retener a la gente valiosa – a manera de mejor paga, mejores beneficios y mejor entrenamiento – cuando, al final, la rotación es cuestión de los jefes”.

Beverly Kaye y Sharon Jordan-Evans, autores del libro “Love´Em or Lose´Em (Ámalos o piérdelos) le preguntaron a más de 17.000 personas porqué ellos se quedaron en una organización. Ellos recopilaron 20 razones, listadas en orden de frecuencia. El 91% de los encuestados mencionaron una de estas dos razones: un trabajo emocionante y desafiante; crecimiento profesional, aprendizaje y desarrollo”.

“De acuerdo a los resultados de este análisis, la mayoría de las personas prefieren estar en trabajos que les permita crecer profesionalmente, tener retos y ser felices. Esto quiere decir, que en la mayoría de los casos, la remuneración económica no es el factor principal para que las personas permanezcan en una empresa, aunque a muchos sorprenda”. Señaló el director de Performia Colombia.

Por lo tanto, para las personas el trato que reciban es incluso más importante que el mismo salario. Los trabajadores pasan más tiempo en su área laboral que con su familia y si hay problemas en el ambiente laboral, afecta de forma significativamente su estado de ánimo, es por ello que la gestión de un líder en este sentido es determinante.

Premie en público y reprenda en privado

Sea cauteloso con el trato a su personal, es de muy mal gusto llamar la atención a alguien frente a otros, sea o no culpable de lo que se le acusa. Lo más sensato es llamar la atención en privado y si está muy molesto espere calmarse antes de manejar la situación; una persona ofuscada puede tomar decisiones equivocadas y tener comunicaciones inadecuadas, ofender y maltratar a una persona no es solo lo que se dice, sino como se dice, a veces un simple gesto puede hacer mucho daño. Lo importante no es el error cometido sino el aporte a la solución inmediata al problema.

Observe, no escuche

La mejor virtud de un jefe es observar, las decisiones más justas no siempre se toman con base en comentarios o suposiciones. Cuando alguien llegue a usted con información negativa pregúntese: por qué y para qué le llega esa comunicación, antes de creer verifique la información y aplique su propio criterio. Esto es perfectamente aplicable tanto en la vida personal como en el ámbito laboral, erradica el chisme y le puede ahorrar muchos problemas.

Cuando tenga una inconformidad, comuníquelo a su jefe

Este punto, aunque parezca simple y obvio, representa uno de los problemas más comunes en las empresas. Muchas veces las personas prefieren callar por temor a perder su empleo, cuando tienen un problema o una inconformidad, y esto a la larga resulta perjudicial.

Si usted no se siente a gusto con su empresa, su jefe, su equipo o su trabajo, lo mejor es que tome decisiones y no pase la vida en una empresa solo por pagar recibos, abra la línea de comunicación con las personas adecuadas para resolver su situación. Todo problema se puede solucionar con buena comunicación.

“En Performia pensamos que lo más valioso que tiene una empresa es su personal, ya que el recurso humano es la columna vertebral de una organización, porque con su esfuerzo y productividad puede alcanzar metas tan altas que usted ni siquiera se ha atrevido a soñar, pero también es cierto que, en muchos casos el personal es capaz de destruir corporaciones grandes y sólidas que durante muchos años han crecido. Por eso la importancia de invertir en el liderazgo de sus jefes y supervisores. Es una inversión con un índice de retorno muy alto.” Concluyó el director de Performia Colombia.